Desengaño amoroso

El pobre gallo ha intentado
conquistar a la gallina.
Le cantó con su guitarra
una milonga argentina.

Bailó también un merengue,
una lambada y un tango.
Probó con el reguetón,
y unos pasos de malambo.

Pero ella no lo registra
ni cuando canta boleros.
Es que suspira por otro:
¡el pájaro carpintero!

La bella escultora

Natasha llegó al palacio en medio de una tormenta de nieve. Caminó unos pasos por el sendero principal pero el graznido de unos gansos la entretuvo:
─Buscan el calor de la cocina ─le explicó el ama de llaves, señalando el humo de la chimenea que daba a esa parte del jardín.
Hacía tanto frío que, aun dentro del palacio, Natasha se dejó el echarpe. Los doce sirvientes que allí estaban sólo pudieron ver sus enormes ojos, bellos y cristalinos, asomando por encima de aquel montón de lana. Sigue leyendo

El día que nieve en Buenos Aires

A veces su mamá la exasperaba, Feli sabía en el fondo que no tenía malas intenciones y que obraba de buen corazón, pero era más fuerte que ella, casi la divertía estar siempre a la defensiva, haciendo algún comentario punzante o dándole un golpe bajo ¡su mamá era tan pesada! Ama de casa. Ella nunca se conformaría con ser ama de casa, nunca, no. Sigue leyendo