Microcuentos enrimados

Cien años durmió la niña.
El príncipe protestó:
“Lo siento. Con esta anciana
¡no pienso casarme yo!”

¡Qué grandes ojos!
¡Qué piel peluda!
¡Qué orejas tenés, por Dios!
El lobo se fue gritando:
─¡Qué mala y cruel sos vos!

El monstruo cerró los ojos.
La joven lloró y lloró.
La magia rompió el hechizo:
¡Ay, bestia! ¡Qué lindo sos!

3 comentarios en “Microcuentos enrimados

Deja un comentario